escapadas
A veces me pregunto si mi mutismo temprano y neurótico tiene algo que ver con esta búsqueda angustiada y mesiánica de la palabra pura. La imaginación, celda y refugio Una imagen contra un mundo lleno de ojos que desgarraban los míos. Aprendí el idioma de los cuadros, y nadie entendió, porque solo se podía contemplar a una cierta distancia. Un lenguaje solitario para ningún hablante; nunca fui por mi misma simbólica, mi palabra es dolorosamente corporal. Y así, cuando trato de encontrar esas palabras prometidas, aquellas que abrirían el horizonte hacia algunos lugares habitables, me vuelvo a encontrar con la estrecha utopía de lo irreconciliable que se encuentra en el invisible trazo. Regreso a la superficie, varada en la primaria sensibilidad, con mi piel de hablante, con mi piel de oyente. A la orilla del extranjero puro, cuya propia condición se me hacía insoportable. Ya solo busc...