mamá perdona
Mamá, no sólo me gustan los suicidas. Me gustan, como a ti, los cantautores: los míos quizás lloran haber nacido, mientras que los tuyos lloran la patria; y tú lloras con ellos, en tu extraña conexión con Latinoamérica. Me gusta pensar que le cedo mi vida al pasado, y él se encarga de ponerle nombre a lo que no me atrevo a tocar. Y yo me veo en ellos, yo que no tuve voz, en el suicida siento mi garganta; en sus manos, mi historia. Tus cantautores cantan a la libertad, los míos y yo morimos en ella. Pero mamá, no quieres verlo, que yo he sido y soy como ellos, con peor pluma. No quieres ver, mamá, que aun estoy triste.