goliat

 Hoy vengo a hablar contigo, lo he hecho a veces, desde mi yo 

pero hoy quiero hablarte a ti 

 

2013

Yo estaba en el invierno de mi vida, 

saliendo de él. Superando cosas. 

Todo empieza idílico, te fijas en una chica de 15 años (tú, 19) 

como se fija un depredador en su presa, viéndome desde lejos 

por los barrotes de las vallas del instituto. 

Tu compañero de crímenes, al que conozco, nos presenta

y me intentas camelar, la ventaja de la edad ayuda,

que si me ayudas a tocar la guitarra

y te acercas a mi oído, susurrando. 

Mis ojos, cómo no, mi cuerpo, mi 

"no eres como el resto de las chicas"
(por supuesto no lo era)

En otras circunstancias, habría caído más en tu juego, 

pero estaba enamorada de otro, tú eras un clavo, 

me hacías sentir bonita, interesante, 

me hacías sonreír y pensar que, quizás, 

estaba finalmente saliendo del hoyo.

Me empezaste a invitar a salir, dábamos vueltas, nos reíamos

nos besábamos. Parques por Madrid, me contabas tu vida:

habías tocado en Ska-P, tenías ascendencia 

andaluza, venezolana e italiana

tu hermana era alcohólica y no te gustaba 

que nadie bebiera

porque había muchos problemas en tu casa. 

Habría más historias, se me olvidan con el tiempo, 

con el trauma.

Hubo confianza, yo te conté un poco mi vida

cómo me estaba recuperando desde hacía cuatro meses

de un episodio de anorexia nerviosa y depresión.

"Pobre, no te has visto, con ese cuerpo"

Y me escuchabas, te interesabas, eras atento. 

Empezamos a "salir" informalmente, nos besamos.

A partir de entonces, ya querías besarme todo el rato,

tocarme, fuera donde fuera. En un banco a plena vista, mientras decía 

"no"

Entonces fuimos a la obra de teatro de el chico 

del que estaba enamorada 

(yo ya te había dicho que aún tenía sentimientos, 

lo nuestro no llegaba aún a ser formal)

y viste en mi mirada mis sentimientos

te pasaste visiblemente cabreado toda la obra, 

malos gestos, malas palabras, prácticamente

violentos. Me apartabas la mano, 

resoplabas, me dabas de lado, 

me llegaste a decir que parecía gay 

(yo sabiendo que mi amigo había tenido 

muchos complejos de pequeño por eso, 

me cabreó)

Me dijiste, después de la obra, en un banco, 

después de pedirme que nos quedaramos solos

para hablar, que no querías que tuviera contacto con él 

Si algo agradezco es que mi madre me enseñara

feminismo básico y viera que eso era red flag. 

Por supuesto, me negué, y cambiaste de estrategia

como buen manipulador.

Pasaste a decir que era porque estabas enamoradísimo 

de mí, que no querías perderme, que estabas asustado, 

que no podías estar sin mí. 

Lástima que yo, fuera por lo que fuera, no te creí. 

(¿Quién cojones se podría enamorar 

de alguien como yo?)

Aún así, decidí que seguíamos juntos, que 

ya veríamos a donde llegábamos 

Tu manipulación había calado: 

me dabas pena, alguna vez habías estado al borde 

del suicidio, que si tu familia, que si me cuidabas, 

que si me presentabas a tus amigos y me tratabas 

muy bien delante de ellos, yo pasando por alto 

algunos chistes sexuales.

Pero esa noche, después de hablar tras la obra, 

volví de donde estábamos a donde mis amigos

corriendo 

me choqué con una señora, me regañó, casi la pego 

sin saberlo la rabia y el miedo me recorrían las venas, 

tuvieron que retenerme, 

preguntándome 

"qué cojones te ha hecho, 

qué ha pasado

No recuerdo que dije.

Seguimos quedando, la misma dinámica. 

Yo ya había empezado a saltarme alguna comida, 

de nuevo. Mi cuerpo sentía el peligro 

antes que mi cabeza 

(y no creo en esta separación, 

la comida era mi lenguaje)

Miles de historias de nuevo inventadas, 

pero la manipulación empezó a dejar ver

una cara menos victimista

y más controladora, pues la primera vez

no caí en el control. 

Gestos buenos, gestos malos. 

"Tardas en contestarme"

"No me contestas porque estás con alguien"

Eras celoso, y me acabo de acordar. 

Tampoco es que me extrañe.

Me regañabas cuando no comía, 

sabiendo que pasé anorexia,

y alababas mi cinturita tan pequeña. 

(Aquella tarde, dijiste literalmente eso)

Seguías intentando -y consiguiendolo- tocarme

sin mi consentimiento, por mucho que yo apartara

tus manos, me retorciera entre risas, 

todo era un juego de hacerse la dura, y él, 

entre más risas, conquistarme.

Aún así, me ilusionaba que mi novio más mayor

viniera a buscarme a las clases de piano, 

me saltara las clases cuando no podía salir del 

instituto por no llegar a los 16, solo por verle un rato.

Algunas me dijeron "no tiene buena fama con las chicas;

no tiene buena fama con las drogas" 

Una de las chicas que me lo dijo, pero tonteaba con el chico 

que me gustaba desde hacía meses (y que era, solía ser, mi

mejor amigo, hasta que me confesé)

y parecía correspondida; lo tomé a lo personal: estaba celosa.

Por supuesto, me creía las historias sobre sus exes.

(las locas) y sobre la última ex de su amigo-depredador 

(a la que apreciaba, y que veía ya como loca, 

como saboteadora y envidiosa)

Los dos eran un buen tándem, los dos me comieron 

la cabeza (todas locas, me la tienen jurada)

Recuerdo a una ex del mío, que, antes de estar conmigo 

(y con algunas más, seguro)

salieron un año, y ella bromeaba con que estaba muy salido 

y quería follar todo el rato, 

que se subía por las paredes. 

Pero no hicieron nada. Supongo que por entonces

aún le importaba la integridad de una persona. 

No me acordaba de aquello cuando estaba con él; 

cuando la escuché a ella, me pareció peligroso, 

pero no asocié que eran ellos dos.

Su mala fama solo hizo que me gustara más

-masoquismo del clásico- y sus cuentos, 

salvo el de que estaba enamorado, 

me los creí todos (y creo que por eso, 

no me enamoré de él; gracias, baja autoestima)

Entonces fue el día en el que fuimos a 

ver una peli a tu casa, el día

en el que me agrediste, 

que no reproduciré porque es innarrable 

el miedo, la angustia, la parálisis, la culpa. 

Los "no" consecutivos. 

La inmovilización.

Tu peso.

Mis ojos cerrados. 

Mi psicólogo se sorprende de cómo conseguí 

levantarme, al cabo de un rato (cuando tuve 

un poco de espacio, 

después de decir de nuevo "no" no sé 

cuántas veces,

después de que me humillaras 

por no "saber hacerlo") y, de nuevo, salir corriendo 

hasta donde estaban mis amigos, en las fiestas del barrio.

Entonces me emborraché como nunca

-y ahí empezó mi historial de abuso de drogas; 

ahí empezó la espiral que en cuestión de meses

casi acaba con mi vida-

Nos encontramos y te enfadaste porque bebiera: 

me regañaste gritándome en público y te fuiste.

(tu hermana alcohólica, ¿verdad?) 

"después de todo lo que sabes me haces esto"

Menos mal que estaba con mi amiga de 1.80

que fue a amenazarte, porque fui, muy borracha, 

a contarle como si nada, 

que me había regañado; ella no se andaba con 

tonterías.

Me entró una bajona de alcohol

y fui llorando a buscarte: 

Al fin y al cabo ¿a quién tenía?:

Mis amigas de fiesta, ajenas; mi mejor amigo, 

mi amor, hablando con el suyo (a la que insulté, 

borracha) Estaba sola. Podría haber hablado 

con aquella amiga que te gritó, pero no pensé 

que yo fuera tan importante; le dí unas caladas

a unos porros -por primera vez, por tu culpa-

 y te busqué a tí.

Brusco, violento, ni si quiera me mirabas. 

Me diste tu abrigo porque estaba helada, 

estaba angustiada por tener que vomitar, 

me dejaste sola, mis amigos me llevaron a 

casa.

Al día siguiente me pediste perdón porque 

"quizás me pasé un poco en la cama", que se lo 

habías comentado un colega tuyo cuando le

comentaste el episodio,

seguramente resaltando mi frigidez. 

Yo dije que no pasaba nada, no sabía que había pasado:

le iba diciendo a mis amigas que 

ya no era virgen, a una le enseñé como hacer una paja. 

Lo contaba como si fuera lo más normal, 

nadie vio que no fuera normal, 

porque no podía sentir todavía el miedo que pasé: 

mi cabeza lo bloqueó y lo contaba como anécdota.

Nos fuimos de viaje de fin de curso, dejé de comer definitivamente

La recaída que me dura hasta hoy. 

Antes de ir, quería alejarme de tí, pero allí, 

me sentía sola (El chico, La chica...) y te busqué -de nuevo-

Me dabas una de cal y una de arena. 

Intercambiamos "te quieros", intercambiamos

"no me respondes", respuestas violentas, 

y cariñosas.

De vuelta, me contaron que en una fiesta me pusiste los cuernos.

fue, inconscientemente, mi excusa perfecta. 

Me intentaste manipular, jurando y jurando, 

excusando tu pobre discurso exculpatorio 

con que ibas colocado

En realidad, me daba igual que estuvieras 

con ochenta; yo solo quería a uno, 

y nunca me han importado las 

relaciones abiertas.

Pero quería dejarte, inconscientemente.

En el momento de no volverte a ver, 

me intentaste vesar más de 30 veces, 

y tocarme; no hacía más que echarme

hacia atrás. 

En agosto, te dije que o te devolvía tu 

abrigo, o lo tiraba. 

"Cómo te atreves a hablarme así, 

con lo que he sufrido por tí, 

con lo enamorado que estaba y cómo me dejaste, 

no sabes lo que he pasado estos meses, 

he estado muy deprimido, como nunca, 

y me hablas así, no tienes vergüenza, 

me has arruinado la vida"

Cosas así. Por suerte o desgracia, 

estaba demasiado ocupada contando calorías, 

que me enfadé, le dí el abrigo a su colega, 

y no le hice ni caso.

En noviembre estaba en el hospital 

en un estado de desnutrición sumamente 

grave, con una depresión  muy severa. 

Tuve tres intentos de suicidio, 

al tercero sobreviví por diez minutos. 

Me dio un vuelco la vida. 

Empecé a salir con chicos y 2014 fue bien; 

en 2015 empecé a ser muy caótica, 

pero en la parte en la que te concierne a tí, 

empecé a sexualizarme. Nudes, fotos en redes, 

todo el rato quería sexo, del que me hiciera 

algo de daño.

No me daba cuenta que no podía tener relaciones

prácticamente nunca, si no estaba colocada. 

 

En octubre de 2017 se inicia el movimiento MeToo 

(Después de acabar con Carlos, eso es otra cosa)

y gracias a leer a miles de mujeres contar

exactamente lo que me había pasado a mí, 

me ví reflejada y dije "joder, fue un abuso" 

En diciembre, Diego empieza a notar 

que fumo demasiado. 

El 31 de diciembre de 2017 se encuentra

el cadáver de mi amiga 

Diana Quer

 

2018

Empiezo a entrar en espiral, en abirl 

me da por hablar por redes sociales 

a tu amigo (Ahora amiga; para mi, un ser de mierda)

diciéndole que cómo era capaz 

de ser amigo tuyo después de lo que hacía. 

Lo que me estalló en la cabeza fue su respuesta

"Ya no me llevo con él, le regañé

muchas veces (...)"

Empecé a investigar. 

Paré a las 10 víctimas, de ambos, 

por parte del ser de mierda, 

todas fueron maltrato emocional 

(prácticamente todas tuvieron 

principio de anorexia, ¿Casualidad?)

por tu parte, además de maltrato emocional, 

dos agresiones; 

ninguna quiso saber sobre denuncias. 

Yo estaba empeñada en hacer justicia

mientras estaba en pleno pico de 

estrés post traumático

fumando como nunca

abusando de psicofármacos

enlazando intoxicaciones 

con las que habría tenido que acabar 

en la puta UCI

Fue Diego quien me rogó 

que no denunciara 

(mi amigo de derecho, cuyo profesor

era del Tribunal Supremo, 

le habló del caso y le dijo que ya 

tenía que estar yo mentalmente preparada

para aguantar como prueba un testimonio; 

sólo podía ganar si el ser de mierda denunciaba, 

y yo no podía decirle nada, pues sería coacción)

Diego me pidió que no denunciara 

porque me veía en meses muerta, de lo mal que estaba 

No pude tener relaciones más. 

En julio confesé mi adicción, 

después de una de las intoxicaciones más fuertes

en las que temieron por mi vida. 

Dejé de fumar. 

Fue un verano infernal. No pude mantener relaciones. 

Nunca me había recuperado de la anorexia, 

pero volvía a estar mal, bajé de peso. 

Diego se fue a Salamanca, yo, destrozada. 

No tenía porros, así que bebía hasta caerme

(intoxicaciones propias de UCI que me duran 

hasta hoy) 

Empecé a visitar asociaciones de VdG, donde 

me dijeron que yo no sufrí un abuso, que lo mío 

fue una agresión, violación (Ahora sé la tontada de distinción)

Y lo que cuesta saber quién eres cuando de repente

eres una víctima y te has pasado 5 años contando aquello

como una anécdota

Saltándome sucesos traumáticos familiares de 

noviembre y enero, meses en los que recaí en fumar, 

empecé a salir del hoyo. 

Pero no podía tener relaciones sexuales. 

Poco a poco, tenía, esporádicamente. 

Ataques de pánico, ansiedad, flashbacks. 

Recuerdo que a veces alucinaba y le veía por la calle

con alguna chica, y se giraban, riéndose de mi. 

Aún no supero el estrés post traumático, 

aún, la mayoría de relaciones sexuales, 

tienen algo de alcohol (porque ya todo tiene alcohol)

 

2021

 Yo no estaba bien, claro que no. Pero me jodiste la vida. 

En cuestión de tres o cuatro meses de relación, me jodiste la vida. 

Yo no creo en diagnósticos, pero hablemos claro. 

Recaí en la anorexia y ahora soy "crónica"

Tenía ya rasgos marcados pero ahora soy "borderline", 

llevo no sé cuantas sobredosis, autolesiones, intentos de. 

Ahora soy drogadicta, primero por tí, luego por el psiquiatra. 

Ahora tengo "Estrés Post-Traumático" que casi me cuesta

mi relación. 

Ahora veo a mis amigas pasar por lo mismo que yo:

luz de gas

chantaje

manipulación

violencia verbal 

agresión sexual 

victimismo

impunidad social

 

Eso es lo que más rabia me da

Ahora estoy retraumatizando todo, porque tú no sabes esto

tú nunca te has enterado de esto. Con Carlos hablé 

de su abuso emocional, y ojalá todos los exes de todas 

fueran como él. Pero tú, tú no sabes nada. 

Tú sigues con tu vida, y me miras mal si te cruzas conmigo

-pánico-

Tú sigues con tu novia, mientras yo tengo pesadillas

que me dejan en disociaciones con parálisis del sueño 

que me llevan a actos autodestructivos

por sentir un dolor que no sea 

el que dejaste en mí. 

 

 

Yo sé que no soy lo que me hiciste

pero si no te hubiera conocido, 

quizás hubiese recaído, pero quizás, 

y solo quizás, no estaría aquí ahora, 

haciendo una pausa para ir a vomitar, 

del trauma que siento. 

 

 Quizás no tendría ganas de quemar

todos los juzgados, quizás no tendría ganas de reventar

a todos los exes de mis amigas, 

quizás no tendría que tomar 11 pastillas al día 

quizás sería otra persona. 

 

Esta semana se me han gastado las fuerzas 

para arder. Una tras otra, todas igual. 

Maltrato, violencia, ingresos, TCA.

 

Yo no voy a parar, y

que me quemen en la hoguera que no 

impide que lo hable. 

Fui víctima, fuí superviviente, 

no soy valiente, o luchadora. 

Soy yo, con lo que me has hecho

Te aseguro que algún día, 

diré que soy más  

de lo que tú me has hecho. 


Ojalá mandarte esto 

que ardas en el infierno

Ojalá no haberte conocido

 

 





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