Una página en un cuaderno
He podido ver más de siete millones de cosas, de esas que se cuentan en las viejas anécdotas de hombres experimentados; aunque yo aun no llegaba al metro setenta. A mi corta edad diría que he vivido, porque he visto morir, y me he desengañado a cada paso que daba con soltura. He visto morir, sí, pero no de cualquier manera. La he visto sobre las cabezas de veteranos, y sobre las que acababan de levantarse sobre el cuello. Desnuda y burlona, se alojó en las habitaciones de esta casa en algún momento, bien en forma de vejez, pena, o mal de sueños. Cuando me tuvieron que llevar a uno de esos lugares donde se venera la plenitud del alma, ya entonces no se hizo necesario tener que escudarse en ningún tipo de palabra. Pude verla arropando en la cama a los niños, tapándoles inútilmente con la manta. Recuerdo a un niño al que tuvieron que atar, porque sus minúsculos brazos superaban con creces La humanidad que le demostraban. Pude verla con l...