bordes, límites (31 Diciembre)

Everything that I ruined

No suelo escribir como hacía antes.
No sé llorar como lloraba.
Me duele que no miren mis historias ciertas personas, como hacían antes.
No sé nombrar lo que siento, como siempre.
Son las tres de la mañana y me invade el miedo de que te hayas enfadado
por algo que haya dicho o hecho, y creo que no me quieres como antes.
Soy la misma niña que sufre por los hombres que solía amar,
antes de que me hicieran pequeña.
Y ya no soy la de antes, eso lo sé, ahora afilo cuchillos cargados de rabia,
con vuestros nombres en el filo, pero los lanzo sin mirar donde van;
la mayor parte de las veces me hacen daño a mí.
Soy yo misma, negándome, soy el propio “no”.
Es un filo trabajado durante toda una vida.
Y me duele el cuerpo, como antes, porque sigo sin poder utilizarlo para nadie.
Es un saco de huesos con una masa amorfa que rebosa los bordes y me pesa demasiado,
tanto que se atrofia, tanto que cuesta mantener a flote algo tan prescindible e inútil.
Me ata a mis tormentos.
Ni mi cabeza es capaz de disociar como antes sin entrar en pánico,
salvo si recurro a las drogas, que más tarde me atarán de nuevo a mí cuerpo,
ese que no quiero sentir bajo ningún concepto.
Solo quiero hacerme daño para poder sangrar como antes,
Poder complacer como antes,
Poder vivir sin días como antes,
Poder llorar como antes,
Poder sentirme menos vacía de lo que me he sentido siempre.

Comentarios

Entradas populares de este blog